lunes, 16 de abril de 2018

LaU 1x3 CC: ¡Otra vez sopa!

Foto: udechile.cl
¡Lo ganó bien Colo Colo! Cobros más, cobros menos, Tobar no tuvo injerencia en el resultado final. Nobleza obliga, esa es la realidad. ¿Y ahora? A llorar a la iglesia. Universidad de Chile, nuevamente, no estuvo a la altura de su clásico rival y terminó ‘explotado’ en la cancha del Nacional.

Y es que lo de este domingo fue una de esas jornadas donde los ánimos se predisponen a incendiarlo todo; gol a tu favor a los 5’, te metes atrás (sin asco), cedes la iniciativa del partido, te pegan un baile (con poquito esfuerzo) y te terminan ganando fácil. ¿Parece un desastre no? Bueno, lo fue.

Vamos a lo que pasó en la cancha. ¿Por qué la U perdió un nuevo Superclásico? A mi juicio, la respuesta es clara, repetida y los culpables tienen nombre y apellido: Ángel Guillermo Hoyos en un 70% y el resto, por supuesto, los jugadores. Lo pongo al deté como el mayor responsable porque yo no le compro el verso de las comparaciones, ni me como el caramelo de las palabras de buena crianza, esas que no dicen nada, pero que buscan engañar a la gente que deja la voz en la galería.  

Pero, ¿Por qué responsabilizo en mayor medida al entrenador argentino? Porque, definitivamente, en los momentos donde un líder de grupo tiene que mostrar osadía al mando de un equipo grande, a Hoyos el poncho le queda gigante. Y ojo que no lo digo yo, lo dicen los hechos, lo dice el fútbol.

Contra Racing, tuvo la chance de jugar con un hombre más los últimos 20 minutos, sin embrago el hecho de tener la obligación de ir a ganar el partido, terminó por paralizarlo. Se lo comió el miedo escénico, no supo qué hacer y, por lo tanto, no lo quiso ganar. Tan en evidencia quedó en ese partido, que tuvo que ser Johnny Herrera quien corrió 40 metros para ir a ‘aleonar’ a sus compañeros hasta la mitad de la cancha. ¿Qué explicación les dan a los 40 segundos de Nico Guerra en la cancha? Pavor, miedo al protagonismo.

Lo mismo pasó ante el archirrival este domingo. Luego del gol de Mauricio Pinilla a los 5 minutos, el equipo (ipso facto) cedió la pelota y la iniciativa al del frente para aguantar el mísero gol cuando faltaban, todavía, 85’ por jugar. ¿Qué pretendía el entrenador? ¿En serio creía que lo ganaba metiéndose atrás? Dicho esto, ¿Saben qué es lo más grave? Que Guillermo le mintió a la gente y eso es imperdonable.

Sí, les mintió. Esto porque en la conferencia de prensa -tras el partido- manifestó que el equipo NO se metió atrás, sino que fue el rival quien los obligo a replegarse. ¡MENTIRA! Los reto a lo siguiente (a quienes van a la cancha y a los que lo ven por tele): ¿Observaron la reacción de Hoyos cuando el equipo estaba completamente resguardado y el rival se les venía con todo?

¿Qué tipo de ademanes hizo el DT? ¿Intentó sacar al equipo del fondo? o ¿Pedía “orden”? Fíjense que -curiosamente- levantaba las manos como diciendo “ok, se nos vienen así es que mantengamos el orden defensivo”. En ningún caso le pidió a los jugadores que recuperaran la pelota o adelantaran la línea de tres cuando reventaban la pelota debido al agobio de los albos.

En serio, voy siempre a la cancha y hace tiempo me di cuenta que abandonar el protagonismo del partido -para ser actor secundario- es parte del repertorio del cordobés y así, con esa anti-idea, es muy difícil aspirar a algo importante a nivel nacional…ni hablar en Copa Libertadores. Gente, los desafío a que se fijen en las expresiones de Hoyos cuando el equipo se repliega ¿Le molesta o le acomoda? El próximo partido es con Cruzeiro, hagan el ejercicio y lo discutimos. ¡Ojo, un gesto dice más que mil palabras!   

El tema de Jean Beausejour, a mi juicio, nació podrido. Nunca se sintió cómodo en el club y los hinchas nunca lo reconocieron como uno de ellos, nunca. Me parece que lo mejor para el jugador, la institución y, en especial, para los hinchas, es que a mitad de año se vaya del Romántico Viajero, ojalá bajo un monto importante, pero ya está, ciclo cumplido. La falta de respeto hacia el bullanguero no tiene atenuante. Si me preguntan a mí, no debería jugar más en lo que queda de semestre, pero…

Finalmente, quiero decir que me parece que los jugadores, poco a poco, se han ido mimetizando con los mediocres planteamientos del entrenador a la hora de los ‘qué hubo’ y eso (hoy o mañana) va terminar por quebrar el camarín. Herrera ya ha dado muestras de aquello y lo sucedido en el Superclásico puede marcar un antes y un después en la relación técnico-plantel. Otra prestación baja del equipo ante el clásico rival, otra decepción para los más de 45 mil azules que hicieron explotar el Nacional…¡otra vez sopa!

No hay comentarios:

Publicar un comentario