sábado, 29 de junio de 2013

La mochila de Franco


Cuatro títulos en 2 años es la mochila que tuvo que calzarse Darío Franco cuando llegó a la U hace ya más de seis meses. Mochila de marca Sampaoli que, aparte de hacerse pesada por el palmarés obtenido, también lo hace porque su estética y accesorios hicieron de los azules el mejor equipo sudamericano del momento, tanto en los números como en el juego.  

Con la llegada del ex técnico de Instituto de Córdoba, realmente creí que el equipo cambiaría la “forma” de afrontar los partidos, pero no el “fondo”, es decir, el dibujo táctico podía ser otro, sin embargo la idea de ser protagonistas en cualquier cancha de Sudamérica, independiente del resultado y el rival, seguiría siendo el mismo; me equivoqué medio a medio.

Darío Franco no solo logró que la U juegue mal, sino que también perdiera su identidad, su mística que tanto identificó a los hinchas, esa idea de buscar su destino en base a sus propias fortalezas, asumiendo sus debilidades por supuesto, pero sin tranzar un segundo sus convicciones las cuales jamás le permitieron someterse al rival de turno.

Ahora, ¿Por qué fracasó Franco en el Romántico Viajero? A mi juicio por dos motivos; 1-. Por su inexperiencia y 2-. Por mentir.  En primer término, claramente, al argentino le quedó ‘grande el poncho’ de la U, una U que pasaba por arriba a sus rivales priorizando la dinámica y el buen pie de sus jugadores, características sinónimo de éxito, palabra, esta última, que el argento jamás había experimentado en su carrera como DT y que, de una u otra forma, lo llevaron a tomar malas decisiones.

Y también por vender una pomada que no era tal. Eso de privilegiar la posesión de pelota por sobre el juego vertical y agresivo; mentira, no fue lo uno ni lo otro, el equipo siempre se mostró confundido y cuando se suponía Franco debió “morir con la suya” en el partido más importante del semestre ante Olimpia en el Nacional, hizo cualquier cosa.

¿Se acuerdan del mediocampo ese día? Duma de volante por derecha, Mena por izquierda, el chino Martínez de 6 junto a Cereceda, sí el ‘choro’ de volante central dejando en la banca a Lorenzetti y Marino los llamados, nominalmente, a tener la pelota. Quizás soy injusto en decir que mintió, pero si no es así es que realmente no estuvo a la altura y, sin duda, le pesó en demasía la mochila Azul heredada por el casildense.          

Twitter: @matrope_