domingo, 26 de julio de 2015

Bullangueros, lo digo ahora

La U comienza un nuevo campeonato con Martín Lasarte en la banca. Sí, el mismo que fue campeón en el primer torneo que disputó con el buzo azul sin jugar bien, pero con grandes individualidades que terminaron por asegurar la estrella 17 en las primeras fechas y que terminó “pidiendo agüita” al final de certamen.  

El primer partido de la Universidad de Chile, con el charrúa como dete, fue ante Cobresal en el Santa Laura por el Apertura 2014-2015 y terminó 3x1 a favor del cuadro laico, pero ya se pudo observar cual sería la tónica del equipo; individualidad y poca posesión de pelota.

Tras el debut, los azules ganaron todos los partidos que disputaron hasta llegar al Superclásico en Macul. En total la U alcanzó un 86,27% de rendimiento, ganando 14 partidos, empatando 2 y perdiendo 1 ante el archirrival.

Números que pueden ser lapidarios, contundentes y definitivos al momento de analizar la campaña del Romántico Viajero con el uruguayo en la banca en cuanto a lo cuantitativo, pero en ningún caso en lo cualitativo.

Para este Apertura 2015-2016 la cosa se viene, a mi juicio, MAL. A mi viejo le dije -después del campeonato 17 de la U- que Lasarte tenía que irse del club. Claro, me quería matar y me invitó a ser agradecido de Martín por el título y la alegría de haberlo conseguido, pero yo la tenía clara, esto era pan para hoy y hambre para mañana, por eso prefería que el intachable ex dt de la Real Sociedad cerrara su era en la U. de Chile con el objetivo logrado.

Es que me veo en la obligación de decir que la U no juega bien con Lasarte, más allá del desastrozo campeonato anterior, ya que es exasperante ver como el equipo no tiene la posesión de pelota y por consecuencia nunca se impone, desde el juego, ante sus rivales. Es por eso que cuando se juega contra un equipo que sí la tiene se termina perdiendo y feo (CC, Copa Libertadores).

¿Qué pasa si las individualidades no aparecen?


El problema está en el mediocampo. Guzman, Ureña, Martínez y Espinoza son jugadores de corte clásico –más allá de que les quieran vender que Gonzalo es volante mixto- por lo que siempre están correteando y destruyendo, lo que está bien, pero ¿Y después?

El cuadro de Heller tiene tremendos delanteros pero se necesita dominar el juego desde la posesión para poder aspirar a ser campeones a nivel local y poder pelear copas internacionales, porque vamos a coincidir en que eso es a lo que tiene que aspirar un equipo como la U.

La realidad es que la decisión de Lasarte de formar siempre con 2 volantes de corte -que no se caracterizan por tener buen pie- termina por partir a un equipo que no tiene sustancia para poder llamarse ‘equipo’. Entre la línea de 4 en el fondo y los 3 de arriba se genera un vacío incontrarrestable en el medio donde Guzman, Ureña -o el que juegue- no terminan defendiendo bien (SIEMPRE le gana las espaldas) y mucho menos atacando.

Está bien, a equipos como Curicó, Rangers o Cobresal se le puede ganar con una genialidad de Canales, Ubilla o el Duende, pero ante rivales como Colo Colo, O’Higgins, Unión o Católica lo más probable es que terminemos sucumbiendo como el semestre anterior.

Para mí Lasarte debió dejar el club como después de ser campeón. Ojalá y me equivoque, pero creo que este campeonato será un parto, no nos irá bien. De verdad, ojalá me equivoque, pero bullangueros, lo digo ahora, con la idea de Lasarte estamos destinados al fracaso.   

Twitter: @Matrope_