“Sé que es un técnico al que le gusto
la intensidad y el buen juego, que es lo que caracteriza a la U”. Estas fueron
las palabras de Leandro Benegas tras los primeros entrenamientos de Universidad
de Chile al mando de Ángel Guillermo Hoyos la primera semana del 2017. Palabras
que intentaban dar luces de la idea futbolística que plasmará el ex deté de la
selección boliviana en el cuadro azul.
Declaraciones que son casi las únicas
referencias de lo que quiere el cordobés en esta, su octava experiencia como jefe de un grupo futbolístico y que
hasta el día de hoy no ha querido dar a conocer a la prensa, y en consecuencia
lógica, a los hinchas del romántico viajero que quieren saber cuáles serán los
caminos que lleven al equipo a reencontrarse con el buen fútbol y así alcanzar
las glorias pasadas, primero en el ámbito local y luego en el internacional.
Lo cierto es que Hoyos se caracterizaría
por intentar plasmar en el gramado un juego relacionado con el buen pie de sus
jugadores, con intensidad al momento de recuperar la pelota y con un juego
directo/agresivo a la hora de atacar. Con estas vagas ideas se presentó la ‘U’
a jugar el campeonato amistoso de La Serena que lo vio enfrentado al cuadro
local y a Belgrano de Córdoba.
Un triunfo agónico ante los granates
en el primer partido y un empate ante los argentinos en el segundo, fue el
saldo del equipo desde lo cuantitativo que, en estos momentos de la temporada,
no importan mucho. Ahora desde lo cualitativo ¿Qué dejó la primera perfomance
de Guillermo Hoyos al mando de la Universidad de Chile? A mi juicio, poco ruido
y pocas nueces. Ni fu ni fa.
De intensidad en el juego,
prácticamente nada. El equipo se vio con bastante imprecisión a la hora de
manejar la pelota cuando la recuperaba e intentaba armar alguna jugada
ofensiva. ¿La razón? El trabajo físico de la pretemporada, sin dudas, pero en
especial la falta de un armador de juego, un enganche.
Y es que el gran déficit del cuadro
universitario, hace ya bastantes temporadas, es la falta de un creador, un jugador
manija, un 10. Se nota que Hoyos intenta volumen ofensivo con la subida
constante de los laterales que terminan intercambiando posiciones con los
punteros, sin embargo, los embates ofensivos del equipo no terminan teniendo
fluidez, ni mucho menos claridad, debido a la falta de un generador. Alguien
que quiebre el status quo, que se salga del plan establecido en el laboratorio
y que en definitiva improvise algún movimiento para encontrar espacios.
Ante este panorama, parece
inverosímil la decisión de Carlos Heller de ni siquiera intentar llegar a un
acuerdo con Walter Montillo que lo único que quería era volver a vestirse de
azul. Y es que el actual volante de Botafogo, demostró ante Colo Colo- en la
previa de Copa Libertadores- que está intacto en cuanto a su condición física y
ni hablar de la futbolística, por lo que hubiese sido, sin ningún tipo de
dudas, el hombre que necesitaba el cuadro azul para esta nueva etapa.
Más allá de todo lo anterior, la
realidad es que Hoyos contará con Lucas Ontivero (que es un extremo y no otra
cosa) y David Pizarro como refuerzos de
“nombre” para su equipo y será este último, de amplia experiencia en Europa, quien
deberá tomar las banderas creativas de la oncena entelar del chuncho. ‘El
fantasista’ es el hombre que debe intentar cambiarle la cara al club que se
encuentra sumido en una extensa crisis futbolística, que de no revertirse este
primer semestre del 2017 hará tambalear en serio el mandato de Heller en Azul
Azul porque el hincha no tolerará otro fracaso del empresario chileno.
Ad portas del comienzo del campeonato
nacional, y tomando en cuenta la necesidad inmediata de ser campeón que tiene el
club, la mala imagen del dueño de la concesionaria que lo administra, la
elección del entrenador de no incluir un enganche en el equipo y lo corto del
torneo, serán las primeras tres fechas las que determinarán el devenir de
Universidad de Chile en el corto plazo. Ni más, ni menos, tres.
Y es que en general, el fútbol no es tan complicado
como lo han querido vender algunos. Es por ello que con los primeros tres
partidos jugados ya podremos darnos cuenta de qué idea quiere el técnico para
los azules y si ésta dará frutos o no. Ni el club, ni Heller, ni mucho menos
Hoyos, tienen margen de error este año. Gloria o hecatombe es la consigna,
veremos qué pasa.
Twitter: @matrope_