sábado, 17 de marzo de 2018

La resurrección de Hoyos, el cuchillo entre los dientes y el barrilete

Foto: Twitter
En un partido áspero, demasiado intenso y con un ritmo totalmente distinto al del torneo local, Universidad de Chile consiguió sus primeros 3 puntos en la Copa Libertadores 2018. Tremenda performance del cuadro azul ante Vasco da Gama, nada más y nada menos que en Río de Janeiro donde nunca es fácil conseguir unidades y mucho menos ganar.

Y es que la victoria tiene un gusto demasiado especial, porque en el Estadio São Januário se vivó una de esas jornadas ‘típicas de Copa’ como les gusta decir, tanto a relatores como comentaristas. Ojo, que lo dijimos antes del partido en redes sociales, había que jugarlo así, como lo hizo la U, sin regalar un centímetro al rival, sin relajarse un solo segundo… ¡con el cuchillo entre los dientes!

El Romántico Viajero mostró lo que -para los equipos chilenos- es muy difícil mostrar en este tipo de competencias: carácter y jerarquía. Personalidad que el equipo le tiró encima a Vasco desde el primer minuto de juego, a través de Bose y Matías quienes, apenas podían, intentaban ganarle las espaladas a los laterales brasileros como diciendo: ¡Tranqui brazucas que, si se equivocan, llegamos hasta la cocina!

Pero, ¿Cuál fue la idea de Guillermo Hoyos en Río de Janeiro? Defender con 7 hombres (los 3 centrales, los 2 volantes centrales y los 2 carrileros) y atacar con 2, dejando a Ángelo Araos de ‘10’. Ahora, en ese ‘defender con mucha gente’ y dejar a Pinilla y Soteldo arriba para que se las ‘arreglen como puedan’, el antofagastino quedó demasiado huérfano (entre la línea de 7 de atrás y los 2 puntas), sin embargo, sobrevivió y de qué forma.

El barrilete


Está bueno que hoy (con el diario del lunes), la gran mayoría de hinchas y periodistas se suban al carro de la victoria y - tras su actuación en Brasil- hayan “descubierto” las características de Ángelo. Ahora, desde esta vereda y a través de varios escritos, lo defendimos contra viento y marea: Araos tenía que ser el creador del equipo.

¡Y así le fue! La rompió en su DEBUT. Sí, debut porque contra Unión Española, Hoyos lo condenó a muerte haciéndolo jugar de 7, lo ató a la banda y, al mismo tiempo, le quitó lo mejor que tiene; su creatividad. Porque si hay algo que caracteriza al nortino, es su capacidad de generar juego, de crear pequeñas sociedades y gambetear a cuanto rival se le para en frente. Es por ello que no se lo puede limitar a una función estática en la cancha ¡Un barrilete necesita libertad!

No sé si se dieron cuenta, pero el ‘13’ de la U muy pocas veces se juntó con Pizarro y/o Soteldo (los llamados a ´crear’ juego). Cada vez que el ‘Fantasista’ tenía la pelota, Araos estaba muy lejos para asociarse. Por su parte, el venezolano casi siempre buscaba la maniobra individual. ¿Cuál es la solución a la falta de fiato? Hacerlos jugar juntos. No hay otra, necesitan conocerse para generar las famosas pequeñas sociedades.         

La resurrección de Hoyos


También hay que destacar a Angel Guillermo Hoyos. Entrenador con el cual he sido lapidariamente crítico por lo que había hecho hasta el partido con los brasileros. Y es que la verdad es que la U era un desastre. Era incapaz de ser protagonista con la pelota ante equipos como San Luis, Iquique o Unión Española, por lo que se podía presumir que su performance en Libertadores sería un desastre.

¡Ojo muchachos! esto no es desdecirse y ni pisarse la cola respecto al concepto que uno tiene de Angel Guillermo. Para nada, sino todo lo contrario. El fútbol, como la vida, es un “estado”, es de momentos. Y en su momento, el deté argentino no dio pie con bola, no encontraba el equipo y se caía a pedazos, por lo tanto, la crítica -futbolística- fue acertada y le hizo bien. Tanto así que el cordobés hizo lo que tienen que hacer aquellos que desean crecer, aquellos que quieren superarse; primero, darse cuenta de que estaba equivocado y segundo -lo más difícil de todo- CAMBIAR.

Sí, ni más ni menos. Angel Guillermo cedió en su “idea” y tomó la decisión de cambiar. El primer atisbo de flexibilidad lo llevó a cabo después de perder ante Unión Española; pasó a jugar con línea de tres para defender con 7 (sumado los 2 volantes de corte y los carrileros). Y el segundo, al jugársela por Angelo Araos como creador del equipo por detrás de Soteldo y Pinilla en Río de Janeiro. ¡Chapeau para Hoyos! ¡Al César, lo que es del César!

Dicho todo lo anterior, sigo pensando que a esta U le falta mucho para lograr avanzar en el grupo de la muerte de esta Copa Libertadores. Esto, porque lo que se viene ahora son palabras mayores: dos partidos seguidos de local ante Racing (3 de abril) y Cruzeiro (19 de abril) respectivamente. Cuadros muy superiores a Vasco da Gama, tanto en intensidad de juego, como en propuesta futbolística. Guillermo tiene pega y harta.

Twitter: @Matrope_