Hace
un tiempo- a priori- hubiese dicho que Lasarte no tendría que llegar a la U
porqué es un cagón que todo lo que jugó con Católica lo perdió y, por lo tanto,
no merecería tener el honor de dirigir
al ‘Romántico Viajero’, pero esta vez no es así.
De
chico soy admirador del fútbol argentino, especialmente por sus jugadores
(Maradona, Riquelme, Tevez, etc), pero hay que reconocer algo; hoy, ellos ya no disfrutan del fútbol, lo pasan
mal en la cancha, los quieren matar a todos si- circunstancialmente- la pelota
no entra. Se volvieron amargos y ocultan esa amargura bajo el concepto de ‘Aguante’.
Este
tipo de fenómenos ocurren gracias a que como dijo uno de mis referentes por ahí
“el fútbol es el fenómeno social más
importante de la historia, después del cristianismo”, quizás exageró, pero
de que es importante, lo es y fácilmente te puede poner loco.
Es
que la urgencia por el triunfo a cualquier precio, la dramatización de la
derrota y en especial la cultura del exitismo- que se ha instalado como espejo de la sociedad neoliberal que hace la
división cotidiana entre triunfadores y fracasados según lo volátil de los
resultados (tanto en la vida como el deporte)- están empezando a podrir
absolutamente todo.
Nos estamos argentinizando muchachos, no estamos disfrutando, nuestros niños van a sufrir
a la cancha donde digieren todas las frustraciones de sus padres, se están criando
bajo el yugo de la amargura y la violencia; les estamos enseñando a sobrevivir y no a vivir.
Por eso no voy a matar a Lasarte si es que llega a la ‘U’;
le voy a dar la oportunidad que todo ser humano se merece tener. Me cansé de
ser cogido a cada hora y en todos lados por el sistema este…sé que es difícil, sé
que es complicado aislarse de la ira y la amargura que nos encajan a diario,
pero voy hacer el intento; elegí vivir…por ahora.
Twitter: @MATROPE_
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